El bachillerato nace,
como nacen todos nuestros desafíos, por las necesidades concretas de los
barrios donde nos organizamos, donde muchas compañeras y compañeros quieren
terminar el secundario y donde el sistema formal ya los expulso o nunca los
contuvo directamente. Una vez mas el estado deja un bache enorme que nosotros
con nuestra lucha y militancia queremos transformar en dignidad.
En esta nueva forma de
pensar y hacer la educación que queremos construir entran en juego todos los
saberes que cada uno trae consigo y es a partir de ahí
que cimienta otros, cuestiona los previos, enriqueciéndolos y profundizándolos
en un intercambio colectivo.
También entran en juego nuestros sentimientos y todos los elementos que deben
ser pensados, escuchados y tenidos en cuenta en la construcción de una
educación que nos sirva como herramienta de transformación de nuestra vida
cotidiana, y como parte de la construcción de poder popular.
El Bachillerato Popular es una
propuesta político pedagógica impulsada por los movimientos sociales con el
objetivo de construir un nuevo paradigma en el proceso de
enseñanza-aprendizaje, con contenidos concretos y anclados en la realidad,
atendiendo a la particularidad y características de los sujetos.
En un
contexto donde la escuela cada vez se vuelve más excluyente los Bachilleratos
Populares empiezan a jugar un rol protagónico. Docentes y estudiantes deberemos
abocarnos a la tarea de pensarlo, construirlo y apropiarnos de este proyecto,
donde el aprendizaje no será producto de la trasmisión de conocimientos sino de
una tarea reflexionada y llevada a la práctica en conjunto.
Éste camino difícil pero no
imposible requerirá paciencia, crítica, autocrítica y vocación transformadora,
donde el hacer, sentir y pensar puedan estar integrados tanto el lxs docentes
como en lxs estudiantes, para acompañarnos en las angustias y compartir las
alegrías.
El desafío
es ser protagonistas en una educación problematizadora, significativa y
liberadora. Los roles estereotipados que estanquen nuestros modos de
interacción no encuadran en este proyecto, sino que deberán rotar enriqueciendo
así nuestras miradas. Asimismo los contenidos
no deberán presentarse como algo estático y acabado, sino que estarán en
constante revisión y critica para hacerlos funcionales a nuestra tarea.
En fin
mucho podemos escribir sobre este nuevo desafío, pero será más rico
encontrarnos cara a cara para compartir nuestras opiniones, deseos y dudas, que
construyan a través del dialogo y el
debate, el conocimiento colectivo del que tanto hablamos.
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